Las buenas noticias no abudan, pero ésta sí lo es. Hace siete años, el Perú tenía 29% de desnutrición crónica infantil (DCI) en niños menores de cinco años. Al primer semestre del 2015, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), tenemos 14.4%, lo cual significa una reducción en un 50%, afirmó Mario Tavera, asesor del Ministerio de Salud (Minsa) hoy en el diario El Peruano.

Que la desnutrición que afecta a nuestros niños esté disminuyendo es una buena noticia, claro que sí. Lo interesante sería ver qué es lo que está haciendo la actual gestión de gobierno para librar una BATALLA FRONTAL, AGRESIVA, contra este flagelo que afecta a los niños peruanos.

Tavera también dice que, a la reducción de la DCI, se le suma una disminución en la anemia, en 8%, en las zonas rurales en relación con el 2014, según la encuesta del INEI.  Esto sí sería ver para creer.

“Esta reducción es significativa porque, después de varios años, se ha logrado un cambio en la tendencia. Debemos destacar una reducción de la anemia en 8 puntos porcentuales a escala rural, gracias al fortalecimiento de las políticas de lucha contra la anemia que ejecuta el Minsa, en coordinación con los programas sociales.”

Micronutrientes

El arma elegida por el gobierno para esta batalla casi campal son los micronutrientes de hierro. 

El Ministerio de Salud ha adquirido y distribuido 235 millones de sobres de multimicronutrientes para fortificar la alimentación de los niños menores de tres años con hierro, principal componente vitamínico para su normal desarrollo. 

“Este esfuerzo implica una inversión económica importante para llegar a más de 8,000 establecimientos de salud en todo el país", afirmó el funcionario. 

“Queremos hacer una movilización nacional para seguir reduciendo la anemia y que se consolide como una política de Estado”, dijo.

Veremos si en lo que queda de esta guerra declarada contra la desnutrición infantil y contra la anemia, flagelos que afectan desde muchos años al país, se siguen ganando batallas.  El cambio de gestión, que está a la vuelta de la esquina, debería marcar un punto de inflexión para medir el desempeño del gobierno en esta guerra.  Cuando se juzgue la gestión de Ollanta Humala en Inclusión Social se incluirán los indicadores contra los efectos del hambre infantil en el Perú, a no dudarlo.